La estupidez volvió (ley antiminería en Mendoza)

Y parece no tener límite, los encargados de recordarnos que la estupidez es algo de todos los días en este país, superan la imaginación del más oscuro novelista de terror.
Con la media sanción de una ley que sigue siendo anticonstitucional, pero que representa un gran trofeo de la oposición a meses de las elecciones, Mendoza está a punto de convertirse en la futura provincia zombie de Argentina. Los responsables de tal proeza tienen nombre y apellido (Roberto Iglesias, Difonzo, etc).
Ellos son los que deberemos recordar en un futuro cercano, cuando Mendoza deje de tener las regalías petroleras, y ni la ganadería tan inofensiva, o la agricultura tan impoluta que tenemos, no nos den el dinero suficiente para hacer frente a los gastos provinciales.
No engañarse, no son ni inofensivas ni impolutas. Ya lo he escrito en anteriores entradas, la ganadería y la agricultura son los principales responsables del avanzado deterioro de los suelos que tiene nuestro país. La agricultura es la principal actividad mundial que no sólo usa, sino que derrocha y contamina aguas.
Pero estamos en un país donde los votos valen más que el futuro. Y esos votos como los que los impulsan son resultado de la ignorancia.
Gente como Iglesias y Difonzo son los que están generando el próximo genocidio; los arlequines empresarios que los siguen también. Se está rechazando de plano y en una sola sesión de senadores, la no despreciable suma de unos 400.000 puestos de trabajo de alto salario.
Pero como los que deciden están viviendo cómodamente, y nunca tuvieron vocación de servicio, esto no les importa. Sigan con la política amarillista, si se reemplaza a algún senador por los conductores de programas chusmas de la tarde, no hay diferencia.
El país generoso se está acabando. No dejemos pasar el tren, que por estos lados pasa rápido y salteado.
Hasta la próxima.
Carlos