miércoles, 17 de junio de 2009

ACERCA DE LA CONTAMINACIÓN DEL RÍO JÁCHAL, SAN JUAN

A CONTINUACIÓN SE TRANSCRIBEN ARTÍCULOS DE MINING PRESS QUE PUEDEN SERVIR PARA ACLARAR TANTA DIFUSIÓN DE MALA INFORMACIÓN AL RESPECTO



Del archivo Mining Press
EXCLUSIVO: S.O.S. PARA EL RÍO JÁCHAL
Mining Press
(Por Daniel Bosque) El Río Jáchal, en cuyos nacederos está Veladero, no está enfermo por la minería sino por su esencia mineral. La cuestión, conocidísima por los sanjuaninos, ha sido ignorada por los gobernantes en los últimos 50 años.

Hugo Guillermo Bosque, quien fue abogado y juez de Jáchal, publicó en 2001 un trabajo “El Río Jáchal y sus aguas salobres”, en el cual memoró las expediciones de 1943 y 1946 que determinaron los orígenes de la salinidad del curso.

Bosque sostenía una hipótesis: que el embalse de Cuesta del Viento, que por entonces se estaba llenando, terminaría agravando la deteriorada salud del agua que riega y alimenta a los valles jachalleros. “Muy interesante”, me llegaron a comentar funcionarios de turno. “Eso no es responsabilidad de la minería”, me dijeron con mirada corta algunos empresarios mineros.

El informe del programa de TV “La Liga”, del que hoy se habla tanto en San Juan y en el sector minero, hace propicia la ocasión para volver a plantear un tema cuya resolución, en una sociedad mejor organizada, sería cuestión de Estado.

Ignorarlo, para la propia minería, es convivir con un talón de Aquiles. Cada vez que se combata a la industria, aparecerán algunos jachalleros pícaros frente a las cámaras diciendo que la minería les envenenó el agua.

Pero lo cierto es que la gente y los cultivos de Jáchal, por la indolencia de los sucesivos gobiernos, beben agua pésima desde hace décadas.

“S.O.S para el Río Jáchal” es un llamado a la acción de empresarios y políticos. El próximo 5 de junio es el Día del Medio Ambiente, tal vez esa sea una oportunidad propicia para que algún responsable diga que el “agua podrida” del norte sanjuanino pasó a formar parte de la agenda.

(El que sigue es un artículo sobre el informe mencionado, publicado en Revista Mining Press en setiembre de 2005.

EL RIO JÁCHAL Y SUS AGUAS SALOBRES
“Ustedes están ahora preocupados por el cianuro que les pueda llegar de Veladero, pero desde siempre tienen un río saturado de boro y no han hecho nada”. El reproche de Jaime Bergé, de la Cámara Minera de San Juan, dirigido a funcionarios y legisladores jachalleros en una reciente y “calentita” reunión, no es caprichoso: desde hace siglos, el valle de Jáchal, ha visto morir sus cultivos y emigrar a sus hijos debido a las aguas salobres, sin que los gobiernos hayan hecho nada para remediarlo.

Desde su nacimiento, en las cordilleras de Catamarca y La Rioja, el río Jáchal arrastra en disolución minerales nocivos para muchas especies vegetales. Según informes oficiales, el cloruro de sodio y boro, han superado el límite de tolerancia agrícola de 1.500 miligramos. La salobridad del río Jáchal ya fue suficientemente corroborada por tres expediciones científicas, todas organizadas por el gobierno provincial: Palmero-Rovira (1946), Augusto Tapia (1946) e Ivanisevich-Fytz-Roy (1948). Las tres analizaron muestras desde los potreros cultivados hasta las nacientes en Catamarca, dieron con el origen del problema y propusieron cómo eliminar los efluentes enfermos.

A lomo de mula, sin radio ni carpas, pero con sus laboratorios portátiles a cuestas, los expertos superaron los 4.000 m.s.n.m y recorrieron 600 km, desde Angualasto hacia el Norte, soportando temperaturas nocturnas de hasta 15ºC. El informe más exhaustivo fue el de Palmero-Rovira, pero la fecha de su presentación pública, el 13 de enero de 1944, no fue la mejor: dos días después, un terremoto destruyó la ciudad de San Juan y mató a 10.000 personas. Así, el agua del Río Jáchal, pasó de ser una “prioridad sanjuanina” a una cuestión menor.

El Río Jáchal, está formado por el de la Palca y el Blanco, que se unen en la Junta de la Palca. El primero y más caudaloso, nace en el Valle del Cura por la suma de los ríos, Las Taguas y Río de la Sal; sus aguas son claras y de inmejorable calidad. El Blanco nace en territorio sanjuanino conociéndosele en el primer tramo como “río Podrido”. Es evidente e incontrovertible que los cloruros que posee el agua del Río Blanco, se originan en el Río Salado. Estas aguas son “mediocres” y son las responsables de la calidad del agua empleada en Jáchal para la irrigación.

Esta primera expedición y las dos que le sucedieron, coincidieron en un dato concluyente: el cloruro de sodio y el boro del Jáchal comienza su camino en los ríos Blanco y en su afluente, el Salado. Los informes propusieron alternativas de solución: diques de contención, desvío del curso (que porta hasta 2m3/seg), entubamiento o canalización. El caudal no es significativo y desviarlo sería un gran beneficio.

Sin embargo, más de medio siglo después, los informes duermen en el olvido mientras los gobiernos provinciales construyeron un embalse –que regula caudales pero agravó el problema– y soñaron proyectos agrícolas alimentados con agua mala.

Para peor, Cuesta del Viento
“Los cursos no fueron eliminados de la cuenca y Jáchal, siguiendo la lógica de las grandes obras públicas, construyó el embalse de Cuesta del Viento, el que además de ser un paraíso internacional del wind surf, está ocasionando la creciente concentración –gracias a la evaporación– de la salinidad del río, aguas abajo” -advertía Hugo Guillermo Bosque, ex juez en Jáchal y por años asesor de Hidráulica, en un informe de julio de 2001.

Bosque, por cuenta propia se encargó de analizar, desde que comenzó el llenado del dique, las aguas del río aguas arriba (en Angualasto) y abajo (en Pachimoco), de Cuesta del Viento. El agua que sale desde el dique hacia Jáchal contenía 3.48 miligramos de boro, y antes de ingresar al dique era de 2.6 miligramos. Solo por el estancamiento, habían aumentado el 25%. Estos resultados, publicados periódicamente en el matutino local Diario de Cuyo, no les movieron el pelo a las autoridades jachallera o provincial.

Apenas polemizó el geólogo Alfredo Miolano, quien sostenía que Jáchal debía abocarse al membrillo, la cebolla y los dátiles, los pocos cultivos que soportan el agua “enferma”. La realidad, es que Cuesta del Viento está acelerando la desaparición agrícola de Jáchal.

“Un pasante, un canal impermeabilizado, un pequeño dique o un acueducto cubierto a 3.000 metros de altura, sería una obra pública sólo apreciada por cóndores y guanacos, pero los beneficios serían concretos y palpables. Quien se anime a esta empresa pasará a la historia como aquel que fue capaz de cambiar la historia de Jáchal”, sostenía Bosque.

Una voz y muchos sordos
En los últimos años de su vida, Hugo Guillermo Bosque sostuvo una cruzada personal: abogar por una solución para la salinidad del río Jáchal. Por eso, no cesó en escribir y polemizar sobre un tema harto conocido en San Juan –se lo estudia en la universidad y en las escuelas– pero aceptado como una maldición divina.

Su pregunta reiterada era: ¿por qué en esta época de helicópteros, navegadores satelitales, vehículos 4x4, no hay presupuestos y ganas de ver si es factible dotar de otra calidad al río Jáchal?

El poder político suele ser sordo, ciego, mudo. Pero no tonto, tal vez esa haya sido la razón por la que los prenseros del gobernador Alfredo Avelín, hayan sugerido a los medios locales ignorar el último trabajo de mi padre, para no arruinar los rimbombantes anuncios de dotar a Jáchal con una red de canales para transformarla en una “cuenca lechera”.

Pero ese no fue el único episodio en la historia miserable de las aguas de este río. Antes y después, los gobiernos y sus mandados han decidido que el problema no existe. Y ahora temen por el efecto futuro de la minería sin reparar en lo que beben, hace siglos, los hijos y las plantas del norte sanjuanino. Aguas que no has de beber, déjala correr.

Antes y después del dique
Elementos Antes del dique Después (Pachimoco)
pH (potencial de hidrógeno) 8.10 8.20
Sólidos disueltos calculados 1.020 1.070
Dureza total (Co3 Ca mg/1) 363 367
Consumo humano y aptitud de riego (Instituto de Investigación Tecnológicas)
Elementos Antes del dique Después (Pachimoco)
Dureza de no carbonato (mg/1 de Co3 Ca) 256 225
Magnesio (Mg++) 15 17
Sodio (Na+) 215 225
Sulfato (So4-2) 217 268
Fluoruro (F-) 0.60 0.70
Boro (B) 2.29 2.49

*(INA Instituto Nacional del Agua y el Ambiente). Mayo 2001.

EL ANTIGUO ESPLENDOR
Según el censo de 1869, la provincia de San Juan tenía 60.319 habitantes y Jáchal, 12.040 habitantes. En 1991, la provincia sumaba 529.651 habitantes y Jáchal apenas 19.950. Es decir, de un 20% de la población sanjuanina, los jachalleros se redujeron a sólo el 4%.

Durante la segunda mitad del siglo XIX y parte del siglo XX, la ganadería fue el gran negocio de Jáchal. La minería de Chile, y sus tropas en guerra entre 1830 a 1879 con Bolivia y Perú, pedían grandes cantidades de animales de carga y vacunos en pie para alimentación del personal. Los proveedores de estas bestias, estaban al este de la cordillera y los jachalleros, que vieron la oportunidad del negocio, se lanzaron a la actividad, con lo que la riqueza llegó, fruto del trabajo.

La paz, la muerte de salitre chileno, la desaparición del transporte a sangre, extinguieron la economía próspera y autónoma de Jáchal. De ahí en más, vendría una supervivencia basada en subsidios, coparticipaciones, socorros varios. Sus habitantes se volcaron al empleo público y sus políticos al clientelismo. Sólo el trigo (que crece antes del verano y soporta el agua salina) resistió a la decadencia. Hasta 1930, Jáchal se autoabastecía de cereales y sus siete molinos entregaban el sobrante a la capital sanjuanina en árganas llevadas por tropas de mulares. Pero los trigales locales no pueden competir con la pampa húmeda.

Aguas abajo de la villa, desaparecieron áreas cultivadas en Mogna y Tucunuco. Huaco, hacia el norte, perdió la mitad de sus tierras.

PEQUEÑOS ERRORES Y OMISIONES DE LA REVISTA RUMBOS

(Análisis) EL ARTÍCULO DE “RUMBOS”, DESDE LA ÓPTICA MINERA

Mining Press
(N. de la R.) Desde que comenzó el affaire mediático acerca del artículo de la Revista Rumbos, mucho se ha escrito acerca de su no distribución en San Juan.
Mining Press ha preferido desmenuzar, párrafo a párrafo, desde la óptica y los argumentos mineros el polémico y negativo texto motivo de la controversia.
El que sigue es el texto del artículo original. En letra cursiva el lector apreciará nuestros comentarios, que esperamos sirvan a echar un poco de luz sobre el debate de la legitimidad de la industria minera en la Argentina.

Gracias.

El Director.



FIEBRE MINERA
(Rumbos)

Con más de trescientos yacimientos mineros, la Argentina se posiciona como uno de los países líderes en exportación de cobre, oro y potasio. Sin embargo, el costo social y el impacto ambiental que genera la actividad también dejan a su paso daños irreversibles.

Desconocimiento total. ¿Trescientos yacimientos? Un yacimiento minero es aquel depósito de metal o metales o no metales que puede ser explotado con beneficio económico. Para ser líderes en la explotación de cobre, Argentina debería superar la producción de cobre de Chile por ejemplo, lo cual está muy lejos. La producción de oro recién comienza, la de potasio es sólo un proyecto..
Con respecto a los “daños irreversibles”, el más notorio es el impacto visual que se genera El proceso de cierre de mina garantiza que no quede ninguna sustancia tóxica en el lugar. Esto se logra degradando el cianuro, en las minas que lo utilizan en la extracción del oro. La Ley de Impacto Ambiental Minero, que regula específicamente la actividad y con niveles de exigencia similares a los aplicados en los países mas estrictos en control ambiental, estipula planes de revegetación y reforestación con el contorneo de las áreas afectadas para dejar el terreno en las condiciones previas a la actividad.

En las historias que hay detrás de cada medallita de oro, alianza de compromiso o una vieja tubería de cobre, asoman dos realidades que se entrelazan en un mismo conflicto. Por un lado, el sueño de recuperara el paraíso perdido (entendido como desarrollo económico, bienestar social, estabilidad laboral y ganancias netas que superan toda imaginación), y, por el otro, el precio que hay que pagar para alcanzar esa meta, es decir, la erupción de profundos daños ambientales.

Incoherencia. Quien cree que la producción de oro es para medallitas desconoce el uso de este metal en usos industriales y financieros. La mención del cobre es singular la omisión de su papel fundamental en el mundo contemporáneo. Hoy es imposible el consumo de electricidad, el uso de la informática, el confort del hogar, sin el soporte de la minería. Cables de cobre, baterías recargables de níquel-cadmio, por citar los insumos más conocidos, son hoy soportes imprescindibles. Para ser coherente, quien despotrica contra la minería metalífera, no debería usar los elementos provenientes de esta industria. Es una hipocresía cuestionar la producción de metales mientras se usan sus productos.

Suerte de salvación o condena, la actividad minera es una de las industrias más cuestionadas y veneradas del mundo. Su gigantesca maquinaria global mueve miles de millones de dólares, al mismo tiempo que contamina y consume de manera alarmante los recursos hídricos de la región explotada.

Sin sustento. Otra imputación sin sustento en contra de la minería es la referida al supuesto uso abusivo del agua. No hay otra industria que utilice agua, a razón de 1 lt/seg de agua (equivalente a regar una ha en San Juan o Mendoza) y sea capaz de producir tanto empleo y riqueza. Hablemos de productividad: la minería puede generar 1.000 empleos directos con 100lts/seg. Con ese volumen se hubieran regado “a manto” 100 has de cultivos, generando, en el mejor de los casos unos 25 empleos.
A los 1.000 empleos directos citados se adicionan otros 3.000 indirectos. Los salarios de la minería quintuplican a los agrícolas. Por su mayor valor económico, el peso de la minería se traduce en mayores beneficios de toda la región.
El artículo habla de contaminación de las aguas, omitiendo los resultados de los monitoreos participativos donde la comunidad local toma muestras de los cursos de agua en áreas de influencia de las minas, en los que queda probado que no ha mutado la calidad del agua. La minería utiliza circuitos cerrados de recirculación del agua como en la lixiviación donde sólo hay pérdidas por evaporación, esos procesos están confinados y controlados para que no exista descarga al suelo y mucho menos a los ríos. Las minas que muelen el mineral cuentan con diques de colas que permiten recircular sus aguas.


El geógrafo Anthony Bebbington, en un informe presentado en la Universidad de Manchester, explica que el fenómeno de la extracción de minerales aumentó considerablemente entre 1990 y 1997, periodo en que la inversión en minería mundial creció un 400% sólo en América Latina.
Con más de trescientos yacimientos en producción, o pronto a ser explotados –en su mayoría por empresas transnacionales-, nuestro país ocupa el sexto lugar en el mundo como potencia minera y, de acuerdo con lo expresado por Maristella Svampa y Mirta Antonelli en su flamante libro: “Minería transnacional, narrativas del desarrollo y resistencias sociales", el 75 por ciento de las áreas atractivas para la actividad todavía no hay sido exploradas.

Error y Desconocimiento. No sólo en la minería las grandes inversiones son hoy transnacionales, fruto de la globalización de la economía. Si la minería fuera un excelente negocio, probablemente sobrarían empresarios locales invirtiendo y creando sus propias compañías en el sector. Pero aun no hay en el país inversores que se animen a invertir durante 10 o 15 años para recuperar la inversión a los 18 o 20 años como es usual en la minería. Hay centenares de empresas transnacionales que producen en la Argentina vinos, aceite de oliva, autos, equipamiento, tecnología en todas las escalas, etc.
En la Argentina hay pocas minas en producción:
Aguilar y Pirquitas en Jujuy, Veladero y Gualcamayo en San Juan, Bajo La Alumbrera en Catamarca, Salar del Hombre Muerto en Salta, Cerro Vanguardia, San José, Mina Martha y Manantial Espejo en Santa Cruz. De todos los proyectos que hay en exploración, sólo muy pocos llegan a ser minas, porque una característica de la actividad es que demanda inversión a largo plazo. Desde el inicio de la prospección hasta la explotación suelen pasar no menos de 10 años. De 1.000 prospectos, 100 llegan a ser proyectos y de esos sólo 4 o 5, en el mejor de los casos, llegan a ser minas productivas.


A CIELO ABIERTO
Si bien hasta mediados del siglo XX las minas subterráneas conformaron la metodología más común para trabajar los yacimientos, hoy, gracias al desarrollo de las nuevas tecnologías, la industria metalífera dio lugar a una nueva forma de trabajo: la explotación a cielo abierto.
Las minas que adoptaron esta modalidad se disponen a modo de terrazas ubicadas en grandes fosas donde se realiza la remoción de vegetación y suelo, de dinamitan toneladas de roca y se utiliza ácido sulfúrico, entre otros compuestos químicos, para obtener el metal deseado. La particular característica de este tipo de explotación es que requiere el consumo de millones de litros de agua por día y un desproporcionado gasto de energía eléctrica.
Con inversiones y ganancias exorbitantes, y enormes pasivos ambientales, la explotación a cielo abierto parece ser la nueva gallina de los huevos de oro de las multinacionales. Gracias a la sanción de la Ley 25.196 que en los `90 lanzó el ex presidente Menem para incentivar la inversión extranjera, estabilidad fiscal por 30 años, pago de regalías menores al 3% y al Plan Minero Nacional presentado por Néstor Kirchner en 2004, la explotación de yacimientos creció a pasos agigantados.
En la actualidad, la industria en nuestro país suma 7.950 millones de pesos en exportaciones mientras que la inyección de capital extranjero –según el Ministerio de Planificación Federal, inversión pública y servicios- subió un 7.40% desde 2003. Las expectativas del gobierno son más que optimistas, teniendo en cuenta que más trescientos proyectos están en carpeta esperando superar los 500 mil m2 explotados desde 2007. Nada mal para un mercado que, en el rubro de exportación de oro, posiciona a la Argentina como el segundo productor de América latina. El informe augura, además, que dentro de los próximos ocho años el Estado recibirá inversiones de 38.000 millones de pesos.
Por lo pronto, la gran apuesta está alineada sobre la cordillera andina. San Juan, Catamarca, Jujuy, la Rioja, Mendoza y Santa Cruz, se disputan los mega emprendimientos, en su mayoría a cielo abierto.

Omisión. No es casualidad que los gobiernos de la Nación, provincias y municipios impulsen la actividad minera. Esta industria, es la que paga mas impuestos y deja en los tres niveles del fisco mas del 50% de lo que comercializa en la carga tributaria total (directa e indirecta) y que en algunos casos según el metal, llega al 57% de impuestos sobre el precio total del metal exportado. La minería es la actividad productiva que más impuestos y regalías deja a los municipios, además de tener costos elevados los que quedan en las provincias como beneficios secundarios.
Quienes hablan de saqueo y cuestionan las regalías del 3% que reciben las provincias, podrían echar una mirada al régimen de coparticipación federal de impuestos que lleva a que Catamarca, por ejemplo, sólo reciba el 6% de la fuerte tributación nacional de Alumbrera.
Por otro lado, con respecto al cuestionamiento a las grandes excavaciones y la producción a cielo abierto. ¿No son acaso la agricultura u otras actividades productivas industriales a cielo abierto? La minería a cielo abierto se rige con todas las tecnologías de control y monitoreo que brinda higiene y seguridad a sus trabajadores en condiciones extremas.
La mención de 500 mil m2 (50 has) se supone que es un error de imprenta.


NO TODO LO QUE BRILLA ES ORO
Ubicada a 2.600 m sobre el nivel del mar, el yacimiento catamarqueño de Bajo La Alumbrera fue la primera mina de la Argentina en explotar, cobre, oro, plata y molibdeno a cielo abierto. Además de la planta de procesamiento, posee un mineraloducto que atraviesa más de 300 km y transporta mediante agua a presión, el concentrado de minerales y químicos como el cianuro de sodio, ácido clorhídrico y restos de metales pesados existentes en la roca, como plomo, uranio y mercurio.

Totalmente inexacto. El concentrado de Alumbrera sólo posee cobre y oro (aquel que no fue separado por el proceso de concentración gravitacional). Para más aclaraciones, revisar el dictamen del Juez Federal respecto al rio Vis Vis.
El mineraloducto es sólo una parte de la infraestructura que instaló Minera Alumbrera. Líneas de alta tensión, fibra óptica y pavimentación y puentes de la ruta 40 que beneficia a las comunidades locales (Andalgalá, Villavil y Aconquija, en la provincia de Catamarca y Faimallá, Monteros, Concepción y Lules, en Tucumán) y el aporte que reciben las universidades nacionales del país por ser la Universidad de Tucumán partícipe en el negocio minero de Catamarca.

Otra inexactitud. Hablar de cianuro, cuando en Alumbrera no se utiliza.
Por otra parte, con respecto al cianuro. No hay actividad que controle más que la minería el proceso industrial con cianuro, lo que además certifica el Código Internacional de Manejo de Cianuro. Hay decenas de industrias que lo usan como insumo ( plástico, galvanoplastia, alimentos, etc). Del 100% de cianuro de sodio que ingresa al país sólo el 13% se usa en minería. El ferrocianuro de potasio (K3[Fe(CN)6]) se utiliza en algunas industrias de la alimentación como la vitivinícola, para la eliminación de metales pesados en el vino. Estos metales pueden provenir de la propia producción de uva (pesticidas, derrames, desechos fabriles, etc), de la maquinaria que se utiliza provocando enturbiamientos, ya que el mosto y el vino atacan, percuden, carcomen y disuelven los metales.. La industria farmacéutica también utiliza el cianuro, para combatir el cáncer, como el nitroprusiato de sodio para la hipertensión arterial. El cianuro está presente en forma natural en algunos alimentos como las almendras, las nueces, las castañas y los cogollos o carozos de manzanas y peras. También por generación antropogénica, en los escapes de los automóviles, el humo del cigarrillo y la sal industrial que se usa para derretir el hielo de los caminos y en los productos de combustión de los materiales sintéticos, como telas y plásticos.

A pesar de las exportaciones a España, Alemania, Japón, Canadá y China, que en 2008 dejaron más de US$ 1.000 millones, la activación de la planta genera conflictos, también en gran escala.
Como toda actividad minera que adopta esta metodología, Bajo la Alumbrera “necesita del agua para limpiar las 330.000 ton de roca que extrae por día y también para la cianuración (proceso por el cual la mezcla de cianuro y agua ayuda a despegar el metal adherido a las rocas)” explica el geólogo doctor Isidoro B. Schalamuk, director de Recursos Minerales de la Plata. Así, el yacimiento consume 100 millones de litros de agua por día. Lo mismo ocurre con la electricidad. La cantidad de energía que se necesita para movilizar la minería es equivalente a la energía que consume La Plata. La desproporción entre lo que explota y lo que finalmente extrae es mayúscula: por cada tonelada de roca, se obtiene un promedio de medio gramo de oro”, enfatiza.

Desinformación. En Alumbrera no se utiliza el método de lixiviación con cianuración. Esta mina sólo produce concentrado de cobre y oro por el método de flotación y concentración gravitacional lo que evidencia que las frases sacadas de contexto los dichos de un profesional calificado como el geólogo Schalamuk.

La contaminación es otra punta del conflicto. “Uno de los problemas más graves que tiene Bajo de la Alumbrera es su proceso de transporte. El mineraloducto, por el que se traslada el mineral concentrado, atraviesa un relieve muy accidentado en el que muy frecuentemente se producen pérdidas”, afirma Schalamuk.
Urbano Cardozo vive en Andalgalá, y dice que las filtraciones de la mina modificaron la salubridad del río Vis Vis. “han muerto muchos animales. Los zorros no tienen piel. Vivo a sesenta kilómetros de la mina y, por ejemplo, ya no encontramos abejas. Si antes el agua del río era transparente, ahora tiene espuma”, cuenta.

Otra inexactitud. La Justicia Federal falló en 2007 a favor de Alumbrera, basándose en el dictamen técnico de los peritos que evaluaron que en la calidad del agua del rio Vis Vis no se detectó influencia de la mina Bajo La Alumbrera.

Frente a la constante demanda social que reclama mayor protección ambiental, el secretario de Minería de la Provincia, José Sinner, defiende el mercado. “Es la única actividad que tiene su ley ambiental, y que exige a las empresas que antes de realizar cualquier trabajo de explotación presenten un informe de impacto ambiental. Tenemos una unidad de gestión en la que monitoreamos permanentemente el entorno de cada uno de los proyectos. La industria minera se localiza cerca de los proyectos y lejos de los poblados y lleva salud, trabajo, educación a centros totalmente relegados por las mismas regiones.”
Luego de la redituable Bajo de la Alumbrera, el gobierno catamarqueño abrió el juego a otros proyectos, entre ellos, el yacimiento Agua Rica (tres veces más grande que Bajo de la Alumbrera). Con un capital inicial de nueve mil millones de pesos, la megaminera planea imitar los pasos de su antecesora.

Prejuicio. Desde luego que una actividad empresaria e industrial debe ser redituable. Esa es la esencia de la actividad económica. Una vez más se omite que hay periodos de retorno de la importante inversión que llevó explorar, modelar, desarrollar, construir y poner en producción una mina que necesitó obras de infraestructura que ninguna otra actividad hubiera llevado a los lugares recónditos donde la naturaleza ha depositado los minerales. Desde el inicio de la producción hay ciclos de precios por las distintas crisis locales e internacionales, que afecta la rentabilidad, además del fuerte impacto del nivel tributario.

Exacto. Agua Rica tendrá un proceso metalúrgico similar al de Minera Alumbrera, lo que permitirá también un fuerte desarrollo de la infraestructura local.

Montañas de sal
En la actualidad, Mendoza es una de las pocas provincias, junto con Chubut, Córdoba, Río Negro, Tucumán, La Pampa y San Luis, que cuenta con una ley que restringe toda actividad minera. Propuesta por el senador provincial e intendente del departamento de San Carlos, Jorge Difonso, la Ley 7.722 prohíbe el uso de cianuro, mercurio, ácido sulfúrico y otras sustancias tóxicas similares, en todos los procesos mineros.
Con todo esto, la provincia cuyana hoy ostenta dos grandes proyectos metalíferos. Además del emprendimiento San Jorge, que iniciaría su etapa de extracción de cobre en 2012, una mina de mayor envergadura se instalaría en la región.

Inexacto. El proyecto San Jorge, al norte de Uspallata, muy cerca del límite con Mendoza planifica una explotación del cobre por flotación por lo tanto no utiliza ácido sulfúrico y mucho menos cianuro que es reactivo para minas de oro.

Con un presupuesto de 7.000 millones de pesos, Potasio Río Colorado intenta convertir a nuestro país en el sexto productor mundial de cloruro de potasio. Frente al marco regulatorio provincial, la planta al parecer tampoco sería alcanzada por la norma, puesto que en vez de extraer a cielo abierto, la mina piensa obtener el material mediante pozos verticales utilizando agua caliente en los procesos extractivos.
En la localidad de Malargüe, sobre la cuenca del Río Colorado, gigantescas rocas del cloruro de sodio y cloruro de potasio sería procesadas para obtener el fertilizante de exportación: el potasio. Para ello, el sodio es separado del potasio dando como resultado cien millones de toneladas de sal sobrante. Sobre una superficie de 200 has, las montañas saladas-que alcanzarían los 500m de base por 50 m. de altura- podrían contaminar el río aumentando su salinidad e impidiendo, así, la práctica del riego. “Para el correcto funcionamiento de la mina, la planta tendría que consumir 1 millón de m3 de gas por día. Eso es la totalidad del consumo comercial y residencial de Mendoza”, dice en un informe el geógrafo de la Universidad Nacional de Cuyo, Marcelo Giraud.

Inexacto. El depósito de Potasio Río Colorado va a producir cloruro de potasio que sirve como fertilizante para recuperar la capacidad productiva de suelos que se han empobrecido en potasio elemento químico importante para que el sustrato físico que es el suelo recupere la capacidad productiva. En cuanto a los depósitos de cloruro de sodio o sal común, está previsto que sean depositados en un sector que no salinice el Río Colorado. Los informes de impacto ambiental (IIA) que se presentan ante las autoridades en cada provincia son evaluados por especialistas en cada uno de los ítems con que cuenta el IIA, y que del estudio del mismo pueden surgir o condicionar a determinadas formas de operar una mina. Esto se obtiene al final de evaluación y se plasma Declaración de Impacto Ambiental (DIA). Subestimar o despreciar el criterio de evaluadores con conocimiento científico y son quienes además deben evaluar cuando se debe renovar la DIA cada 2 años, es no confiar en las personas de alta calificación profesional.
La alusión al consumo de gas exime de comentarios: el gas natural es el principal protagonista energético del crecimiento del país. Si la industria no consumiera gas, la economía argentina no se habría desarrollado.

LA SALUD EN CUESTIÓN
Así como empresas chinas operan en Neuquén, la canadiense Barrick Gold tiene la concesión de los yacimientos más importantes de San Juan. En el departamento de Iglesia, el yacimiento de Veladero planea extraer los próximos 17 años 11 millones de oz. de oro.
Símbolo de riqueza y prosperidad, la actividad minera sanjuanina también guarda sus propios conflictos: Si bien la empresa obtuvo la certificación del Código Internacional para el Manejo del Cianuro, lo cierto es que hace unos años los pobladores de Jáchal comenzaron a tener problemas con el agua de consumo. La investigación de Maristella Svampa y Mirta Antonelli informa que la contaminación con arsénico del río Las Taguas, corriente que alimenta al río Jáchal,, presentaban alteraciones irreversibles gracias al arsénico importado por las voladuras de dinamita que caían sobre las aguas. De acuerdo con las declaraciones de la pediatra Graciela Tejada al diario La Nación en 2005, “… en los últimos diez años, los casos de cáncer han aumentado en un 150%. Esto fue confirmado por un estudio encargado por INTI-Chutehal al Grupo de Asesoría Técnica SRL. El resultado fue alta contaminación por arsénico.

Inexactitud deliberada y total. Aquí no hace falta demasiada investigación. El río Jáchal siempre tuvo aguas salobres. El arsénico y el boro de sus aguas proviene de una amplia zona de afloramientos de rocas volcánicas. Los aportes de arsénico del rio Jáchal provienen de zonas alejadas de la mina Veladero ya que el rio Jáchal comprende una amplia cuenca en la zona cordillerana conformada por volcanes de edad tericaria como areas de aporte. El boro proviene principalmente del rio Salado afluente proveniente de zonas septentrionales de la cuenca donde no hay operaciones mineras. Los primeros resultados científicos de análisis de calidad de agua se conocen desde la década del 40 al 50 y luego se completan con la ingeniería del dique Cuesta del Viento, en las cercanías de Rodeo y Colola muy próximo al límite de Iglesia y Jáchal.
Es un caso similar al que afecta a los acuíferos Pampeano y Puelche, en la llanura chaco-pampeana, donde el material de origen volcánico da valores de arsénico muy superiores a los del río Jáchal.


Además de las megaproducciones chileno-argentinas de Pascua Lama (el primer tratado binacional de oro y plata) y de Pachón: otros siete proyectos en gran escala están en movimiento. A los mencionados se les suman las minas San José, Manantial Espejo, Río Turbio y Cerro Vanguardia en al provincia de Santa Cruz y los de Aguilar y Pirquitas en Jujuy.
Frente a una industria cuyo desarrollo en nuestro país es relativamente nuevo, los vecinos involucrados en cada una de las regiones explotadas se mantienen firmes en su postura. “Somos concientes de que prácticamente toda actividad económica genera un impacto ambiental. Uno puede llegar a hablar de una minería que reduzca la medida de los impactos, el problema es que las empresas te dicen que el impacto es casi nulo y la historia te demuestra que las catástrofes ambientales también existen. Los riesgos son muy elevados en comparación a las ganancias económicas”, concluye Giraud.

Discutible enfoque. Las empresas hacen permanentes evaluaciones de riesgo de acuerdo a estándares usados en países del primer mundo que van a la vanguardia de la producción de materias primas provenientes de actividades mineras. Además, se critica las ganancias empresarias como si fuera un fin ilegítimo, y se omite analizar una vez más el marco impositivo argentino en el que buena parte de los impuestos se cargan sobre la producción sin tener en cuenta si la empresa gana o pierde, aunque también existe el impuesto a las ganancias, por el que la empresa que más gana más paga.


LA IMPORTANCIA DE LOS HIELOS
Con el objetivo de proteger el ambiente natural de los glaciares, el 22 de octubre de 2008 el Congreso sancionó la Ley 26.418, norma que exigía la creación de un inventario nacional de glaciares para individualizar y controlar las reservas hídricas, al tiempo que prohibía la exploración y explotación minera y petrolífera y toda actividad que pusiera en riesgo la condición natural de los hielos.
Sin embargo, la presidenta de la Nación, a través del decreto N°1837/08 vetó la medida argumentando, entre otros motivos, que dicha ley “podría afectar el desarrollo económico de las provincias involucradas, implicando la imposibilidad de desarrollar cualquier tipo de actividad u obra en zonas cordilleranas”.
La Fundación Vida Silvestre presentó entonces un documento alentando la revisión de la medida por considerar “que los glaciares y ambientes periglaciares no pueden recomponerse una vez que fueron afectados significativamente”.
Lo cierto es que los hielos cordilleranos suministran hasta el 70% de los caudales de los ríos en Mendoza y San Juan, dos provincias con futuros emprendimientos mineros.
La nueva versión del proyecto de ley se encuentra bajo tratamiento en la Comisión de Recursos Naturales del Senado Nacional.

Inexacto y Discutible. La intención de prohibir las actividades en ambientes periglaciares o en cursos de alta montaña con la amplitud de tu término técnico es una trampa para el desarrollo minero y potencialmente a la industria del petróleo y del gas.
Importante aclarar: La explotación minera en áreas sobre glaciares es técnicamente imposible.


LA TIERRA MAPUCHE EN PELIGRO
La localidad neuquina de Loncopué recibió la noticia con estupor. Una futura mina de cobre dirigida por Emprendimientos Mineros S.A. (empresa cuyos accionistas mayoritarios son chinos) planea instalarse a orillas del río Agrio y al pie del cerro Tres Puntas, territorio perteneciente a la comunidad mapuche Mellao Morales. Campana Mahuida es un paraje ubicado a quince kilómetros de Loncopué, y es ahí donde precisamente se explotará el yacimiento.
“En ningún momento se respetaron los derechos indígenas. No hubo consulta previa, libre o información. Nadie les comunicó de la futura actividad en su territorio”, explica su asesora legal, la doctora Elena Pizzarro. “La construcción de la mina afectará, sin duda, no sólo su geografía sino su modo de vida, su estructura, organización, identidad y los recursos naturales de los que se sirven las más de trescientas familias que conforman la comunidad Mellao Morales”.
Por lo pronto, gracias a la presentación de un segundo amparo, se suspendió la audiencia pública donde la empresa debía presentar el informe del impacto ambiental para luego comenzar a desarrollar la actividad.

Inexacto. Se habla de lo que aun no se puede conseguir: una audiencia pública para que la empresa avance con la exploración. Mientras el país precisa el ingreso de capitales para inversiones productivas, hay quienes tratan de impedirlas. Sin audiencia pública la comunidad no va a saber como será la futura mina si la exploración es exitosa.

FALLO SIN PRECEDENTES
Luego de comprobarse la rotura con derrame de residuos tóxico del mineraloducto que une Catamarca con Tucumán, la Justicia tucumana dispuso en mayo de 2008 el procesamiento por delito ambiental del vicepresidente de Bajo de la Alumbrera, Julián Patricio Rooney. Las pruebas se basaron en los altos niveles de arsénico, cianuro, cobre y mercurio hallados sobre el canal de desagüe ubicado en la localidad de Ranchillos. El caso tiene a Rooney procesado como presunto autor responsable del delito de contaminación peligrosa para la salud y constituye el primer fallo en América Latina contra una minera multinacional.

Sugestivo. El procesamiento del máximo directivo de la mina más grande del país, tras haberse desarchivado una vieja causa, ha sido criticado desde la minería por sus sugestivas coincidencias en tiempo y espacio con el reclamo de su empresa a las retenciones impuestas por el gobierno nacional. De eso el artículo que analizamos, no habla.