jueves, 2 de noviembre de 2006

EL PAÍS DEL REVÉS

Parafraseando a M.E. Walsh (El mundo del revés), los acontecimientos de los últimos tiempos que tocan a la minería directa o indirectamente, no tienen mejor forma de explicarse.

Se puede ir mencionando, por ejemplo:

-En un país, en una provincia desde donde no hace mucho tiempo se hizo de todo y se gastó mucho dinero tratando de convencer al mundo que la Argentina es la última frontera en materia de oportunidades de inversión, ahora se pone todo el esfuerzo posible para demostrar lo contrario. Teníamos promesas de estabilidad jurídica, pero nuestros mismos gobernantes se encargan de que esa estabilidad se rompa rápidamente sacando leyes contra el trabajo de las empresas mineras. Pero lo que más lástima da es que no lo hacen por convencimiento, sino sólo por razones de hambre político, la tan usada demagogia. Y qué mejor chivo expiatorio que la actividad minera, la que es atacada por seudo-ambientalistas, cuasi-ecologistas, verde-amarillistas. Cualquier coincidencia con lo que ocurre en La Rioja es pura casualidad.

-En un país, en una provincia donde los índices de desocupación son todavía altísimos, se dan el lujo de prestar más atención a los que piden que una actividad no se desarrolle, que a los que podemos generar trabajo genuino directo e indirecto. Tan cortos de cerebro son que ni siquiera se dan cuenta que pueden obtener rédito político al bajar auténticamente los índices de desocupación (no con planes “no” trabajar).

-En un país, una provincia donde las empresas mineras han estado los últimos 15 años en el selecto grupo de las pocas actividades industriales que han presentado los informes de impacto ambiental, informes que los oponentes a la minería ignoran y dicen que nunca se presentaron; irónico, pues entre los opositores están (o los apoyan), grandes y medianos grupos empresarios de la actividad agrícola, los que dudo que alguna vez hayan hecho un estudio de impacto ambiental en sus fincas o estancias. Pues bien, ya que tanto se preocupan por el medio ambiente, por el agua, propongo que todos y cada uno de los agricultores estén bajo la misma lupa a la que estamos obligados los mineros. Exigir informes de impacto a los latifundistas ganaderos, para realizar un estudio de degradación del suelo.

-Hablando del tema agro-ganadero, se escucha muchas veces decir a éstos que los mineros somos un peligro para su actividad. Después de pensar todas las posibilidades, concluí que el único riesgo que éstos corren con nuestra actividad es que cuando un trabajador temporario tiene la oportunidad de trabajar en minería, difícilmente vuelva a hacerlo en la agricultura, o como puestero. Al menos sus exigencias van a ser mayores (llámese $$$, trabajo en blanco, salud, más oportunidades de crecimiento). Me remito a la última encuesta de sueldos realizada en el país, donde la minería aparece como la de mejor sueldos promedio.

-Una curiosidad observada en la manifestación de los autoconvocados (no tan auto, alguna ayudita tienen) de Gral. Alvear y Valle de Uco. Ellos se esforzaban por decir que no estaban en contra de la minería, sí de la contaminante, y blablablabla, etc,etc, con todas las estupideces que a pesar de que saben que no son ciertas, las repiten. Pero detrás de ellos, oh sorpresa, un gran cartel que decía (al mejor estilo histeria colectiva) NO PASARÁN!!.

Guau, si eso no es estar en contra de la minería, ¿que pasará cuando lo estén?.

Con un cartel y actitud de ese tipo, pregunto, ¿qué pasa con mi derecho constitucional a trabajar y circular libremente por todo el territorio nacional?

-Otra curiosidad escuchada en la manifestación, esta vez la nuestra, del 1 de Noviembre. Un joven mirando los carteles que los gremios mineros tenían desplegados, comentaba: la venta del país….. Sinceramente no tuve tiempo a reaccionar, pero es mucha la gente que piensa de esta manera. Los invito a reflexionar y digan, en 1 minuto, sin repetir y sin soplar, 5 bodegas-viñedos de auténticos capitales criollos. Tic-tac-tic-tac….. ¿Y? Ingenuos, en estos tiempos, no sé si el Cerro de la Gloria es mendocino.

Es lamentable terminar hablando de esta forma de otras actividades económicas, genuinas, honradas, dignificantes, pero esta gente nos viene provocando desde hace mucho tiempo; creo que tuvimos bastante paciencia, ¿no?

Hasta la próxima

Carlos